Las identidades culturales no son algo que viene dado si no que se construyen progresivamente por la experiencia, la memoria y la tradición.
En América, lo europeo y no europeo se ha mezclado en la cultura conectando varias de ellas, de ahí que todas las expresiones culturales de este territorio sean híbridas y no totalmente puras, donde intervienen fantasía, mitos y se crean imágenes de otras. Igualmente los elementos básicos de la identidad occidental están ligados al apogeo y decadencia de los grandes imperios europeos, razas y culturas primarias que fundaron la nuestra, que son primordiales en el estudio de la cultura y el folclor de nuestra región.
Colombia como país multicultural es epicentro de la diversidad de tradiciones artísticas y culturales las cuales siempre se remontan a la historia y el origen de nuestra identidad. Sin duda alguna, la representación artística de las personas se ve reflejada en las raíces sesgadas por la cultura de cada pueblo que revela los sentimientos que se quieren expresar; una cultura basada en la tradición, la música, la gastronomía, las fiestas y carnavales, la pluralidad y el mestizaje cultural, y hasta en los trances tristes, de sufrimiento y de muerte de las personas, así como la sátira a actos y acciones relevantes en su momento. Con la danza, los negros esclavos transmitían sentimientos de burlaban hacia sus amos, así como también lo hacían con su propia desgracia, la naturaleza, el trabajo, los dioses, la muerte, y en fin, todo lo que encontraban a su paso.
La danza el garabato se muestra como una expresión artística donde se irradia la burla a los múltiples trances a los que estaban sometidos los integrantes de los diversos asentamientos coloniales por parte de los españoles. Esta danza, como muchas otras remontan su origen a las primeras danzas que organizaban los africanos y sus descendientes durante los días de carnaval, en vísperas a las fechas santa, en especial a las fiestas de las candelarias, y su significado está basado en lo sarcástico que era para estos esclavos el tránsito de la vida a la muerte, y la constante lucha entre ella.
Se le dio este título que hoy ostenta, por el instrumento que portaba el personaje que representa la muerte; de esta manera, esta danza entra a ser parte de las llamadas danzas de laboreo, porque el garabato era usado por los campesinos de la región para recoger los sembrados o para limpiar el terreno luego de haber usado el machete o la hoz.
Cabe destacar que la danza el garabato solía llamarse Danza de los Negritos o Danza de la Vida y la Muerte, debido a que su base musical proviene del son de negro.